Mario Prada: El origen de un imperio silencioso

"El verdadero lujo es la inteligencia vestida de sobriedad." En una Milán todavía impregnada del espíritu burgués de principios del siglo XX, Mario Prada abrió en 1913 una pequeña boutique que marcaría el inicio de uno de los legados más influyentes de la moda contemporánea. Fratelli Prada, como se llamó originalmente la tienda —fundada junto a su hermano—, ofrecía artículos de cuero finamente elaborados, baúles de viaje y accesorios de lujo destinados a una clientela que valoraba la calidad por encima del ornamento. Desde sus inicios, la propuesta de Mario Prada no respondía al deseo de ostentación ni al capricho pasajero de las tendencias. Su visión era más profunda y perdurable: crear objetos funcionales que desafiaran el tiempo. Cada maleta era diseñada con precisión, cada bolso era ensamblado como una pieza única, sin concesiones en materiales ni en procesos. Sus creaciones no necesitaban ser llamativas para ser admiradas. Eran, más bien, reconocidas por aquellos que...